Compleja cuestión ésta la que me han encomendado, pero no obstante hay que decir que existen algunos parámetros en los que nos podemos fijar en el campo y darles mayor importancia frente a otros a la hora de apreciar en vivo si un trofeo puede o no ser homologable.
Antes que nada hay que mencionar que cuando hablemos de “trofeos homologables” lo haremos conforme al sistema del Consejo Internacional de la Caza (C.I.C.), que es el más conocido y utilizado en España y en toda Europa y que tendrá en cuenta unas medidas concretas y le dará más o menos importancia a éstas frente a otras así como frente a otros sistemas de homologación de trofeos como el S.C.I., Rowland Ward, Boone & Crockett, etc.
En primer lugar decir que dependiendo de qué especies vayamos a valorar, habrá que fijarse en una parte del trofeo más que en otras, así que iremos diferenciando las publicaciones por especies. Lo que sí hay que hacer en todos los casos es observar, observar y observar y cuanto más tiempo observemos, mejor, y desde todos los ángulos posibles del trofeo. En muchas ocasiones nos parecerá mejor o peor trofeo y cuando éste cambia de postura lo hace también nuestro juicio sobre el mismo. Ni qué decir tiene que no es lo mismo intentar valorar un trofeo cuando se va de rececho y el animal se encuentra ajeno del todo a nuestra presencia que cruzando a la carrera un cortadero en una montería.
Venado
Si atendemos a la ficha oficial de homologación del C.I.C., veremos que los sumandos que más influyen en la valoración final son, por orden de importancia, el promedio de los perímetros de las cuernas, que suponen una media de casi el 30% de la valoración final, el promedio de la longitud de la cuerna, que aporta una media del 20-25% de la medición total y el promedio de los perímetros de las rosetas, que suponen en la valoración final una media del 11,50%, parámetros todos ellos más o menos fáciles de observar en el campo. Son los primeros los que una vez sumados, repercuten más en la medición final del trofeo debido a que son cuatro las medidas a tener en cuenta. Éstas son el perímetro de la cuerna derecha entre la luchadera y la punta central o candil y el perímetro de la cuerna entre ésta y la corona o palma y de igual manera para la cuerna izquierda.
Una vez se han medido varios venados de los denominados “grandes”, se pueden memorizar estas medidas, tomarlas como referencia y trasladarlas al campo a la hora de comparar con los ejemplares vivos con más o menos facilidad.
Por otro lado, hay que tener en cuenta el número de puntas del trofeo ya que éstas suman directamente en la medición final, es decir, un venado con 18 puntas, tendrá 18 puntos correspondientes al apartado de Número de puntas. Comentar que para considerarse como punta, ésta tiene que medir al menos 2 cm medidos por la parte más corta y además tiene que ser mayor que la anchura de la base de esa punta.
Otro parámetro muy importante a tener en cuenta a la hora de homologar un venado es el peso del trofeo, ya que se multiplica por dos este peso después de restarle 0,7 kg si se presenta de cráneo completo sin la mandíbula inferior, que es el modo más habitual de presentarse. Sin embargo esta medida es imposible apreciarla en el campo y hasta que no se pone en una balanza no sabremos realmente qué peso arrojará.
Para resumir, se podría decir con poca probabilidad de equivocarse que un trofeo que tenga un promedio de unos 90 cm de longitud de cuerna, 21-22 cm de perímetro de roseta y unos perímetros medios de cuernas de 11-12 cm, sería un trofeo homologable. Por supuesto que a estas medidas tendrían que acompañarle el resto de parámetros principales que se tienen en cuenta a la hora de homologar un trofeo, es decir, longitud de luchaderas, longitud de las puntas centrales o candiles, número de puntas, etc. Esta práctica, como todo en la vida, lo da la experiencia y el haber medido muchos trofeos y haber pasado muchas horas en el campo. Cualquiera, con un poco de experiencia e interés, puede llegar a valorar un trofeo en el campo.
Alberto Tendero
Ingeniero Agrónomo
Juez Homologador de Trofeos de Caza de la Comisión Andaluza